jueves, 3 de mayo de 2018

Carta desde el Cielo.




Carta desde el Cielo.

No estés triste pensando en mí. Éste es un lugar realmente maravilloso y yo me encuentro feliz y totalmente en paz, no me duele nada.

Te escribo para que quites la tristeza de tu corazón y la oscuridad de tus pensamientos. Hay miles de ángeles aquí y son extraordinarios.

Me encanta verlos volar, y ¿sabes? Jesús no se parece a ninguna de las fotos que pintan de él. Aun así tan pronto lo vi lo reconocí en seguida, ¡sabía que era él!

Jesús me llevó con Dios y él habló conmigo como si yo fuese importante.

Ahí fue cuando le dije que yo quería escribirte una carta para despedirme de ti y decirte cómo me siento ahora…

Dios me dio papel y su pluma personal para que yo te escribiera esta carta y a través de un ángel hizo que te llegara.

Es difícil explicarte como me siento, pero lo que puedo decirte es que se siente bien estar acá, el sol brilla increíblemente y las nubes reflejan su luz provocando rayos hermosos por todos lados.

Aquí hay mucha gente como yo, también está la gente que hace mucho se me adelantó. Dios me dijo que te contestara una de las preguntas que le hiciste:

“Que ¿dónde estaba El cuándo yo lo necesitaba?”

Dios me dijo que estaba en el mismo lugar, conmigo como siempre.

Él nunca me ha dejado ni antes ni ahora y eso me regocija el alma, hoy puedo estar con Él por siempre y a cada instante.

Cada que me necesites solo necesitas cerrar los ojos y vibrarme, estoy junto a ti, te escucho, platícame en el silencio de tu alma… mira al cielo y ahí en un lugarcito estoy feliz, con mi sonrisa, esa que tanto te gusta.

Pero no estés triste por favor, YO ESTOY MUY BIEN. Tengo que devolverle la pluma a Dios, así que me voy despidiendo…

Celebra que puedes verme en cada acto de amor…

Soy solo eso, sencillamente amor.

Que tus lágrimas no te impidan ver las estrellas y cerrar tu alma, no te dejes apagar por favor, cuando más te ríes mas brillo, cuando mas sufres mas te abrazo yo.

Sé que me extrañas pero no pienses en cuando me fui, piensa en mí cuando estuve y en todo lo bello que pasamos, en todos esos sencillos momentos que nunca vamos a olvidar.

Hoy te digo adiós y no me busques en todos lados, no es necesario porque yo estoy ahí, en tu alma, cerquita de tu corazón, velando y orando por ti…

¡¡¡SIEMPRE!!!

Yo nunca me iré de tu lado mientras me recuerdes. TE AMO.

Carta de un Hijo a su Madre – Reflexión Cristiana



Ella dio un salto tan pronto vio al cirujano salir de la

sala de operaciones.

Ella dijo: ¿Cómo está mi pequeño?, ¿Estará bien?, ¿Cuándo lo
puedo ver?

El cirujano dijo: ‘Lo siento, hicimos lo que pudimos, pero
él no pudo.’

Sandy dijo, ¿Por qué a los niños les puede dar cáncer?

¿Será que Dios no los cuida más?, ¿Dónde estabas Dios cuando
mi niño te necesitaba?

El cirujano le preguntó: ¿Te gustaría un tiempo a solas con
tu hijo?

Una de las enfermeras estará afuera en un momento, antes de
que lleven al niño a la Universidad.

‘Sandy preguntó a la enfermera si podía quedarse con ella
mientras se despedía de su pequeño.

Ella pasó sus dedos amorosamente a través del cabello rizado y rojizo del niño.

¿Te gustaría mantener un pedazo de su cabello?, preguntó la enfermera.

Sandy asintió que sí. La enfermera cortó un pedazo de cabello, lo colocó en una bolsa plástica y lo entregó a Sandy.

La madre dijo: ‘Fue idea de Jimmy donar su cuerpo a la Universidad para estudio.

Él dijo que podía ayudar a otros…

‘Primero le dije que no, pero Jimmy dijo, ‘Mamá, no lo voy a usar más cuando muera.

Tal vez pueda ayudar a otro niño a pasar un día más con su mamá.

Mi Jimmy tenía un corazón de oro. Siempre pensando en los demás. Siempre queriendo ayudar a los demás si podía…

Sandy caminó afuera del Hospital por última vez, luego de haber pasado la mayoría de los últimos 6 meses allí.

Colocó las pertenencias de Jimmy en el asiento del pasajero.

El conducir al hogar fue difícil. Y más difícil entrar a la casa vacía…Cargó las pertenencias de Jimmy, y la bolsita plástica con su cabello hasta la habitación de su hijo.

Comenzó a colocar los carritos y las otras cosas personales de vuelta en el lugar exacto donde él las tenía en su cuarto.

Ella se dejó caer sobre su cama y abrazando su almohada, lloró hasta quedar dormida.

Era alrededor de la medianoche cuando despertó. Y colocada al lado de ella en la cama había una carta.
La carta decía:

‘Querida Mamá, Sé que me vas a extrañar; pero no pienses que yo te olvidaré, o dejaré de amarte, sólo no estaré físicamente alrededor tuyo para decirte ‘Te Amo’ .

Yo siempre te amaré Mamá, aún más cada día. Algún día nos volveremos a encontrar. 
Mientras tanto, si quieres adopta otro niño y así no estarás tan sola, eso estará bien para mí.

El podrá usar mi cuarto y mis viejos juguetes.

Pero, si decides adoptar una niña, a ella probablemente no le gustará jugar con las cosas de niños…

Tendrás que comprarle muñecas y cosas de niña, tú sabes…

No estés triste pensando en mí. Éste es un lugar realmente maravilloso…

La abuela y el abuelo me reconocieron tan pronto llegué aquí y me mostraron todo el lugar, pero tomará un largo tiempo verlo todo.

Los ángeles son extraordinarios. Me encanta verlos volar…

Y ¿sabes? Jesús no se parece a ninguna de las fotos que pintan de él. Aun así tan pronto lo vi, lo reconocí, sabía que era él…,

Jesús mismo me llevó a conocer a Dios ¿Y sabes qué mamá? Dios me sentó en su rodilla y habló conmigo, como si yo fuera alguien importante…

! Ahí fue cuando le dije que yo quería escribirte una carta para despedirme de ti y decirte cómo me siento ahora…

Pero yo creía que no se permitía. Pero, ¿sabes qué mamá? Dios me dio papel y su pluma personal para que yo te escribiera esta carta.

Creo que Gabriel es el nombre del ángel que te llevó esta carta.

Dios me dijo que te contestara una de las preguntas que le hiciste…

¿Dónde estaba él cuando yo lo necesitaba?

”Dios me dijo que estaba en el mismo lugar conmigo, como cuando Su Hijo Jesús estaba en la cruz’. 
Él estaba justo ahí, según está siempre con todas sus pequeñas criaturas…

Pero de todos modos, Mamá, nadie más puede ver lo que te he escrito… Sólo tú…

Para todos los demás, esto es sólo un pedazo de papel en blanco. ¿No es fantástico?

Tengo que devolverle la pluma a Dios ahora.

Él la necesita para escribir más nombres en el Libro de la Vida.

Esta noche voy a sentarme a la mesa con Dios para comer. Estoy seguro que la comida será sabrosa.

Oh, olvidé decirte… Ya no me duele más… Ya no siento ningún dolor… El cáncer se fue.

Estoy feliz porque puedo estar de pie y correr…sin sentir más dolor y así Dios no me ve angustiado y adolorido…

Por eso Él envió el ángel de la misericordia a rescatarme…

El Ángel dijo que era una entrega especial…