viernes, 29 de junio de 2018

Oración para el Sábado



Hacer esta oración con devoción, esperanza y gratitud, te permitirá acercarte a Dios y darle gracias por todo aquello que te dio en el mes de junio y poner en sus manos el nuevo día y el nuevo mes que están a punto de llegar.


Amado Padre misericordioso, en esta mañana me acerco hasta Ti y te doy gracias por un nuevo amanecer, por tu amor, tu bondad y tu generosidad. Hoy termina el mes de junio y fue hermoso poder sentir tu esplendida presencia en cada instante.

Gracias porque me diste la vida, por mi hogar, por mi familia, por cada una de las hermosas bendiciones que nos otorgaste, pero ante todo, gracias porque sabemos que Tú estarás siempre a nuestro lado, llenando nuestros días de salud, dicha y bienestar.

Gracias por cada una de las cosas que sucedieron en este mes, por las buenas que nos hicieron felices, y por las pruebas que nos hicieron crecer en nuestra fuerza y nuestra fe.

Padre, por favor permite que cada día sea mejor, danos sabiduría y fuerza de voluntad y permítenos avanzar siempre nuevos pasos en el camino de la felicidad, la realización y la esperanza.

Señor, desde este instante quiero poner en tus manos este nuevo día y el mes de julio que está próximo a llegar. Por favor permite que estén llenos de fe, esperanza, caridad, prosperidad, éxito y abundancia, y que en nuestro caminar siempre seas Tú quien tome nuestra mano y nos muestre la senda por la cual debemos avanzar.

Amado Dios, por favor manten siempre a salvo de todos los peligros, cúbrenos con tu bendito manto y abre puertas y caminos para todos aquellos que necesitan de Ti: para los enfermos, para los que sufren y para los que buscan un trabajo. Permite que tu luz y tu amor se irradie por el mundo y entre las personas reinen el afecto, la dicha, la salud y la tranquilidad.

Padre eterno, hoy te entrego mi vida, mis anhelos y mi destino. Por favor permite que este nuevo día y el mes que está por llegar sean bendición y prosperidad; por favor sé la luz que guía mi vida y mi camino, pues si Tú estás conmigo nada habrá de faltarme y de nada habré de temer, Amén.