Los hijos de Dios tenemos un poder interior dado por nuestro Padre celestial que nos hace vivir fortalecidos. Es el espíritu Santo que habita en nuestros corazones quien imparte vida, fuerza y poder más allá del razonamiento humano, lo que nos capacita para avanzar y enfrentar las dificultades con entereza y valentía. El poder del Espíritu Santo puede levantarte de cualquier dificultad y hacerte triunfar.
ORACIÓN:
Señor Jesús te pido que entres a mi corazón, tomes el control de mi vida y me llenes ahora con tu Espíritu Santo.
Te pido perdón por aquellas cosas con las que te he fallado. Someto mi vida a ti.
Recibo ahora la plenitud del Espíritu Santo en mi vida. Soy fortalecido en el hombre interior por tu Espíritu. Que ese poder revista cada parte de mí ser. Declaro que Soy fuerte en el Señor y en el poder de su fuerza.
Revestido de esa unción nueva y fresca comienzo una etapa de victoria y abundancia. Fuerzas nuevas llenan mi alma y levanto alas como las águilas, y nada podrá detener mi avance. Toda debilidad y temor desaparecen. Venceré todo enemigo que se levante en oposición, porque mayor es Él que está en mí que el que está en el mundo.
Declaro que el poder de Dios actúa transformando mi vida. Qué las señales, maravillas y milagros se derraman a través del poder del Espíritu Santo en mi y comienzan a manifestarse a partir de hoy.
Declaro que soy fuerte en Cristo, prospero, sano, sabio e influyente. Así como en pentecostés, desciende bendito Espíritu. Derrama tu poder y una unción nueva fresca y renovadora en mi corazón.
Declaro que no me domina más el pecado, la ansiedad, los malos pensamientos, la enfermedad, la pobreza o el fracaso, porque ahora soy dominado y revestido del poder más grande que existe, el poder del Espíritu Santo de Dios
Lo pido, declaro creo y recibo en el Nombre de Jesús, Amen
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