Me has dado este nuevo día Señor, eres maravilloso y te doy las gracias con humildad de corazón reconociendo que Tú haces lo imposible a mi alrededor y hasta en mí mismo.
En este buen día te presento mi vida, dame prudencia para hablar,
que antes de decir las cosas piense primero en el impacto que tendrían en aquellos que escuchan, que mi mente medite en lo bueno, amable, verdadero, justo, puro, honesto, y en todo lo que sea de buen nombre.
Dios, te pido que me ayudes a meditaren tus promesas contenidas en la Biblia para no pecar contra ti y para no herir con mis palabras a otros sino que tu sabiduría y tu luz me libren de tentaciones de orgullo, contiendas, malas palabras y enojo.
Someto mis pensamientos a ti, que mis palabras sean prudentes
y agradables delante de ti.
Ayúdame a decir las cosas en calma, para el bienestar de todos
y con la firmeza necesaria.
Amén.
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