sábado, 12 de mayo de 2018

Deja de Mendigar Amor.


El amor que se mendiga no es amor, mendigar afecto es falta de dignidad y de respeto hacia uno mismo. El amor ante todo es autoestima, es amor hacia uno mismo, por lo tanto, para que tu relación se pueda desarrollar de manera sana, la primera regla es esta, quiérete y amate para vivir el amor a plenitud evitando así caer en la manipulación, el maltrato o la victimización.

Todo ser humano tiene la capacidad de superarse a sí mismo, de imposibilitar que se aprovechen de sus sentimientos y de darse cuenta cuando una relación no nos merece porque no nos ofrece alegría, gozo ni crecimiento.

Somos muchos los que caemos en la trampa del amor, creemos que lo que nuestra pareja hace o deja de hacer es aceptable sea positivo o negativo, y que nosotros por amor debemos aceptarlo, esta es una situación confusa en la que no sabemos si huir o quedarnos con la esperanza de que el dolor pase y el amor sane todo.

En algunas ocasiones exageramos cosas como en un simple mensaje de texto por ejemplo, hacemos preguntas del estilo ¿Qué te escribió? ¿qué no te escribió? ¿cuánto tiempo tardó? ¿si leyó y no responde? etcétera, etcétera, etcétera. Si lo consultamos con nuestros allegados seguramente nos dirán que estamos exagerando, que no lo dejamos respirar; en cambio otros dirán lo contrario, que tu pareja no te ama, que si le interesarás te lo demostraría… y tú, ¿qué es lo que sientes?

Para dejar de oir lo que otros dicen y construir bien la relación con tu pareja ten en cuenta si sólo tú estás con el ánimo de establecer y estas comprometido en la relación o en otro caso evaluarla para que no tengas que mendigar amor.

Busca un lugar y un momento tranquilo en tu día, sin la interrupción de personas o redes sociales, tómate el tiempo para reflexionar y escucha lo que tu corazón siente. Si bien es acertado que debe primar la razón antes que la emoción, es conveniente evaluar las experiencias y las situaciones que vivieron juntos, lo que te molesta y agrada de tu pareja, si en este momento sientes intranquilidad, tal vez lo mejor sea terminar, es muy probable que no estés encontrando felicidad con la persona que está a tu lado.

Cuando surjan dudas acerca de cómo va la relación puedes corroborar si estas son ciertas o si por el contrario son consecuencia de agentes externos a la relación. Para ello cuando haya dudas, es bueno establecer si tu pareja reacciona ante cambios tuyos por ejemplo dejar de mandar mensajes, no buscarlo, no verlo, no ser tú la que llama siempre o la que lo invita a hacer cosas todo el tiempo. Y luego espera su reacción, esa será la respuesta más clara.

No te asustes: Entiende que los seres humanos somos animales de costumbre. Si tu pareja te conoce tan bien, que ante un inconveniente tu tiendes a volver, tu pareja no hará absolutamente nada para buscarte, esa es la clave para definir si continuas o definitivamente siguen en diferentes caminos.
Aceptar y despedirse de un amor que no nos ama requiere que respetemos nuestro tiempo de duelo. Un duelo que requiere en sí mismo un espacio para la asimilación de lo que nos ha sucedido.

La angustia de darnos cuenta de que alguien no nos ama nos hace sentir que algo nos devora por dentro, por ello el duelo por amor necesita reflexión y superación. Sentimos que ese “no amor” ha traicionado a nuestros sentimientos, que se han reído de nosotros.

No crees odio ni resentimiento: Para que tu corazón pueda ver con claridad lo que sientes y lo que él siente es necesario que te despojes de todo odio y resentimiento hacia él. De otro modo la ira, el rencor y hasta a veces el deseo de vengarte por tener que ‘rogarle’ por su cariño, te cegarán y aún que él en realidad te ame, a ti te será imposible verlo o sentirlo con claridad.
El amor se debe demostrar, no mendigar. Hacerlo es someter a nuestra capacidad de amar al peor de los verdugos: la indiferencia. La indiferencia se alimenta del desequilibrio de la relación y se sostiene gracias a la debilidad de los cimientos.

Nada mejor que las muestras de desinterés continuadas para comenzar a abrir los ojos cuando nos sentimos obligados a cerrarlos.

No tomes una decisión permanente basada en una emoción temporal: Las decisiones basadas en emociones negativas deben ser evitadas en todos los aspectos de la vida, y más aún en el amor.

Todo esto es fundamental para amarnos, sentirnos importantes y valorarnos. Al fin y al cabo, cuando se deja un “no amor” se da inicio a un proceso de libertad emocional que se enmarca en el bienestar por el adiós al dolor.

Si no lo permites nadie puede hacerte infeliz. Para construir una relación de pareja feliz primero hay que amarse así mismo, debemos demostrarnos que nos queremos cada día.

Cuando logremos esto estaremos en disposición de no buscar a quien no nos extrañe y no muestre interés, no entregarnos al verdugo emocional de la indiferencia.

El amor verdadero e indispensable es el amor por uno mismo y a partir de este sentimiento podremos separar y hacer valer lo que merecemos y lo que no merecemos.

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