sábado, 24 de febrero de 2018

Invoco la poderosa protección de la Preciosísima Sangre redentora de Cristo


+Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro,
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Dios mío ven en mi auxilio,
Señor, date prisa en socorrerme.

Invoco la poderosa protección
de la Preciosísima Sangre redentora de Cristo,
Rey del universo y Rey de reyes.

En el nombre de Dios Padre,
en nombre de Dios Hijo 
y en el nombre de Dios Espíritu Santo: 
con el Poder de la Sangre de Jesucristo el Señor, 
sello y protejo, protejo y sello,
mi consciente, inconsciente, subconsciente, 
mi razón, mi corazón, mis sentimientos, 
mis sentidos, mi ser físico, mi ser mental, 
mi ser material y mi ser espiritual.


Dios mío ven en mi auxilio,
Señor, date prisa en socorrerme. 


Todo lo que soy, todo lo que tengo,
todo lo que puedo, 
todo lo que sé y todo lo que amo, 
queda sellado y protegido 
con el poder de la Sangre de Jesucristo el Señor.
Dios mío ven en mi auxilio,
Señor, date prisa en socorrerme.

Sello mi pasado, mi presente y mi futuro, 
sello mis planes, metas, sueños, ilusiones, 
todo lo que emprenda, todo lo que inicie, 
todo lo que piense y haga, 
queda bien sellado y protegido 
con el poder de la Sangre de Jesucristo el Señor. 

Dios mío ven en mi auxilio,
Señor, date prisa en socorrerme.

Sello mi persona, mi familia, mis posesiones, 
mi casa mi trabajo, mi negocio, 
mi árbol genealógico, 
lo de antes y lo de después, 
todo queda sellado y protegido, 
con el Poder de la Sangre de Jesucristo el Señor. 

Dios mío ven en mi auxilio,
Señor, date prisa en socorrerme.

Me escondo en la llaga del Costado herido de Jesús, 
me escondo en el Corazón Inmaculado 
de la Santísima Virgen María, 
para que nada ni nadie me pueda afectar 
con sus maldades, sus malas palabras y obras, 
con sus malos deseos ni con sus engaños, 
para que nadie me pueda dañar 
en mi vida afectiva, en mi economía, en mi salud,
con sus males enviados, con sus envidias, 
con sus malos ojos, habladurías y calumnias, 
ni con magias, hechizos, conjuros o maleficios. 

Dios mío ven en mi auxilio,
Señor, date prisa en socorrerme.
Todo mi ser queda sellado, 
todo a mi alrededor queda sellado, 
y yo ....... quedo para siempre protegido 
con la Preciosísima Sangre de nuestro Redentor.

Amén, amén, amén. + 

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