Señor Mío y Dios Mío, yo confío en Ti, en tu poder, en tu presencia. en que nunca te vas, y por eso yo te alabo
en este nuevo día.
Sí, mi Dios, confío en Ti, pero qué difícil es confiar en los demás.
Sí, mi Dios, quisiera confíar en la gente que me rodea, pero he sido traicionado. muchos me han defraudado, han hablado mal de mí, me usan, sólo se acercan para sacar un provecho... Todo eso te lo entrego.
En este día quiero ser capaz de actuar en libertad. Quiero que sea un día para vivir con confíanza, con la certeza de que me acompañas y me proteges de aquellos que buscan el mal en mi contra.
Te pido que me des luz para poder salir en este día y tomar las decisiones convenientes para todos, para poder relacionarme con los otros sin necesidad de dañarlos ni de que me dañen, sino, más bien, relacionándonos sanamente.
Te entrego a cada una de las personas con las que voy a compartir.
Bendícelas. Gracias, porque me permites iniciar este día a tu lado.
AMÉN.
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